Apocalipsis 3:16-19 "El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.’”Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: “El Amén, el Testigo fiel y verdadero, el Principio de la creación de Dios, dice esto: ‘Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! ‘Así, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. ‘Porque dices: “Soy rico, me he enriquecido y de nada tengo necesidad”; y no sabes que eres un miserable y digno de lástima, y pobre, ciego y desnudo, te aconsejo que de mí compres oro refinado por fuego para que te hagas rico, y vestiduras blancas para que te vistas y no se manifieste la vergüenza de tu desnudez, y colirio para ungir tus ojos para que puedas ver. ‘Yo reprendo y disciplino a todos los que amo; sé, pues, celoso y arrepiéntete".
2 Corintios 11:13-15 Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras.
Dentro del cristianismo, la teología de la prosperidad (también llamada en ocasiones evangelio de la prosperidad, el evangelio de salud y riqueza, o el evangelio de éxito) es un conjunto no sistematizado de doctrinas religiosas de ciertos grupos del movimiento carismático que consideran la prosperidad económica y el éxito en los negocios como dones otorgados por Dios. Sus proponentes argumentan que la bendición financiera es la voluntad de Dios para los cristianos, y que la afirmación de fe positiva y las donaciones a ministerios cristianos aumentarán la propia riqueza material.
La teología de la prosperidad también conocida como teología del pacto o teología de la siembra y en América Latina el llamado movimiento Palabra de fe, o también conocido como movimiento de Fe o súper fe, enseña que todos los cristianos deben ser ricos. Que aquellos que no son adinerados no lo son porque no tienen fe, desconocen la voluntad de Dios y por su falta de confianza en él no siembran las semillas de fe (dinero) en los bolsillos de estos predicadores, “apóstoles” y “profetas” que generalmente se hacen llamar apóstoles para darse aires de autoridad. Según ellos la pobreza es símbolo de maldición. Esta teología se fundamenta en textos bíblicos sacados de contexto o ignorando otros en particular que mencionaré más adelante sin sacarlo de contexto. Aunque no hay nada malo ni pecaminoso con ser rico el problema radica en distorsionar el evangelio poniendo las riquezas materiales como el fundamento sin tomar en cuenta la soberanía de Dios. Según esta creencia un cristiano puede escribir su propio plan si tiene fe.
Proverbios 30:8-9 Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí; No me des pobreza ni riquezas; Manténme del pan necesario; No sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová? O que siendo pobre, hurte, Y blasfeme el nombre de mi Dios.
2 Corintios 9:8-14 Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; como está escrito: Repartió, dio a los pobres; Su justicia permanece para siempre. Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios. Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios; pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos; asimismo en la oración de ellos por vosotros, a quienes aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros.
Estos on unos de los versiculos bíblicos que los falsos profetas usan pero sacandolos de contexto y aplicandolos a su manera de pensar. Pero en realidad lo que la Biblia quiere decir con estos textos es que para que El creyente que da lo que puede para ayudar a los necesitados comprobará que la gracia de Dios le suplira lo necesario, y aún más de manera que abunde para toda buena obra. (Efesios 4:28 El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.)
"ENRIQUECIDOS EN TODO" Para que se exprese exteriormente la generosidad, el corazón debe enriquecerse con amor sincero y compasión por los demás. El darse a si mismo y el ayudar a los demas tiene como consecuencia:
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La provisión para las necesidades de los hermanos más pobres.
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La alabanza y la accion de gracias a Dios y el amor reciproco de los que reciben la ayuda.
La Biblia es clara en decirnos que Dios bendice para nuestras propias necesidades y para suplir las necesidades del Pobre. No para hacer ricos a otros o mejor dicho multimillonarios a los Falsos Profetas de la Prosperidad. Proverbios 19:17 "A Jehová presta el que da al pobre, Y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar.
La teología de la prosperidad se ha expandido a numerosos países:
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En Estados Unidos, algunos de los telepredicadores más conocidos son Benny Hinn y Kenneth Copeland.
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Dentro de la comunidad hispána, Marcos Witt destaca como proponente, y otra de las iglesias más grandes del movimiento, presente en distintos países de América Latina es la Iglesia Universal del Reino de Dios.
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En Chile existen grupos como Vidavisión y el grupo Enlace TBN, propietarios del canal de televisión Enlace, también presente como TBN-Enlace en Costa Rica.
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En Guatemala destaca el líder carismático evangélico Cash Luna
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En Colombia, destaca el pastor Ricardo Rodríguez, líder de una de las iglesias cristianas más grandes de Bogotá y propietario del canal de televisión ABN, que transmite a nivel mundial y en directo sus eventos religiosos, los cuales se traducen al inglés, francés y chino
Principalmente son evangelistas de la televisión que inicialmente eran de Estados Unidos y ahora se ha expandido a los países latinos. Casi todos tienen grandes títulos como apóstol, doctor, pastor, etc. y les gusta gloriarse de su riqueza por que son su evidencia de que son hombres y mujeres de fe y ser millonario lo prueba. No olviden que el dinero que tienen viene de las semillas de fe que le exigen al creyente ingenuo como evidencia de su fe y como señal de pacto para que Dios te prospere. Si no siembras la semilla en su ministerio (que le paga un gran sueldo a su líder) Dios no te bendecirá.
Piensen a qué se párese esto. ¿Se acuerdan de Martín Lutero y la reforma protestante? En el tiempo de Martín Lutero la iglesia católica vendía indulgencias (perdón de pecado) a cambio de dinero, algo que todavia continua haciendo. Sabemos que ya Cristo pagó la salvación de todos dando su vida por todo ser humano, es de gratis y de allí surgió la reforma protestante. Con la teología evangélica de la prosperidad ya no hay que esperar a ir al cielo para recibir la recompensa porque ahora podemos comprar la bendición de la prosperidad dándole dinero a un particular. Y no es que dejemos de dar ofrenda y diezmo, estos son mandamientos bíblicos que debemos seguir para apoyar la obra de Dios. Solo no des como si estuvieras invirtiendo en fondos mutuos, da por agradecimiento a Dios.
En Apocalipsis 3:16-19 se nos habla de la iglesia en este estado. Los dones y riquezas de Dios no se compran, Dios los da a quien el escoge para ello con un propósito en particular.
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Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero. Hechos 8:20
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A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche. Isaías 53:1
Los pasos para que Dios te prospere según esta teología:
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Primer paso: Visualiza lo que quieres
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Segundo paso: Formarlo en la mente
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Tercer paso: Reclámalo y confiésalo
Es curioso que los pasos de esta teología sean tan parecidos a la ley de la atracción. Estos 3 pasos se practican en los rituales de la nueva era (The secret). Ley de atracción (Nueva Era):
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Primer paso Identifica tu deseo
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Segundo paso Elevar tu frecuencia vibracional significa cambiar de enfoque. Cambiar de enfocarte en lo negativo, a enfocarte en lo positivo.
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Tercer Paso Elimina tu resistencia – Eliminar tu resistencia significa liberarte de toda duda (fe).
La ley de atracción (The Secret) es una herejía de la espiritualidad de la nueva era predicada por metafísicos, ocultistas y espiritualistas paganos. En esta creencia se predica que todos somos dioses y podemos crear nuestra propia realidad con estos pasos y tener cualquier cosa con la afirmación positiva. Parece que la herejía se ha colado en muchas congregaciones evangélicas.
Conocemos las promesas del Señor y él prometió que: …todo lo que pidiereis en oración, creyendo lo recibiréis Mateo 21:22. Y también nos encontramos con muchas otras promesas. Pero, esto no incluye deseos codiciosos (Santiago 4:3 Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.). Aquellos que están bajo esta teología, van por las calles poniendo sus manos sobre los automóviles que quieren tener y se paran frente a lujosas casas y las reclaman para ellos pisoteándolas como señal de dominio. Pues, se supone que las riquezas de los pecadores sean traspasadas a ellos. La triste realidad es que los que terminan prosperados con este mensaje son solo los que lo predican. Estos son los que le dan mala fama a los santos ministros de Dios pagando justos por pecadores.
¿Que dice la Biblia sobre eso? (Lo que estos predicadores no mencionan)
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Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. 1 Timoteo 6:9-11
Escuchamos la promesa de Mateo 21:12 una muy mal usada entre los creyentes pero no debemos olvidar que para que se cumplan estas promesas bíblicas deben cumplirse las condiciones que la misma Biblia dice:
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No te afanes por hacerte rico; Sé prudente, y desiste. ¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas? Porque se harán alas Como alas de águila, y volarán al cielo. Proverbios 23:4,5
Luego cuando el creyente sigue esta teología con toda la fe y diligencia del mundo, declarando, confesando, pisando el lugar, actuando, sembrado la semilla monetaria, dándole al rico en lugar de al pobre y reclamando en el nombre de Jesús choca con la realidad cuando ve que esto fracasa y muchas veces el impacto es tan grande que la persona piensa que Dios a fallado lanzando a este creyente al mundo ya que toda su fe se le ha caído al suelo. Este es el resultado de una teología incorrecta que no refleja la verdad un evangelio bíblico bien estudiado y aplicado. Si te ha pasado algo similar no dejes al Señor. El nunca falla y su palabra es la verdad. El problema es que has sido engañado por estos lobos rapaces vestidos de oveja que se alimentan del rebaño. Aprende a cuestionarlos por la palabra y huye de ellos, cámbiate a una iglesia donde el evangelio no este contaminado.
Nos dice el Falso Profeta Kenneth Copeland uno de los defensores principales de la teología de la prosperidad:
“Tú puedes tener lo que afirmas! En efecto, lo que estás afirmando es lo que estás recibiendo ahora mismo.
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Si tú vives en pobreza, en miseria y en necesidad, cambia lo que estás afirmando. Ello cambiará lo que tienes ahora… tienes que disciplinar tu vocabulario. Tienes que disciplinar todo lo que haces, todo lo que dices, y todo lo que piensas tiene que concordar con lo que Dios hace, lo que dice y lo que piensa. Dios estará obligado a suplir tus necesidades porque así lo promete en su Palabra … si te mantienes firme en esto, tus necesidades van a ser satisfechas” (Copeland 1974, 98,101).
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Estos predicadores reducen a nuestro Dios a un mero genio de la lámpara mágica porque podemos obligarlo a concedernos lo que queramos. Para ellos ya Dios no es soberano porque afirman que la autoridad ha sido dada a la iglesia. Estos predicadores afirman que Jesús, sus apóstoles y siervos de Dios eran ricos.
Está escrito:
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Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda. Hechos 3:6. Los apóstoles no andaban llenos de dinero sino de la presencia de Dios.
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Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza. Mateo 8. Jesús vivió una vida humilde, nunca fue rico porque el dio el ejemplo que debemos seguir: El saber en fe que Dios suplirá todo en el momento justo en que hace falta. Y el pollino que monto Jesús no era equivalente a un cadilac del año como he oído decir, ni siquiera era de el por que se lo habían prestado por un día.
No veo a esos predicadores enseñando esa teología en países como Haití y el continente africano donde miles mueren en la pobreza a ver si funciona allá también porque si es bíblico a ellos les debe servir también y ser prosperados. ¿Y porque dicen que para que Dios te bendiga debes darle dinero al predicador mas adinerado que veas en lugar de dar al pobre o a tu vecino en necesidad como dice la Biblia?
Dios sabe que tienes necesidad de lo material y te dice que si lo buscas a El primeramente recibirás todo lo que necesitas lo cual no es lo mismo que lo que se te antoja. Esa es la verdadera promesa de Dios.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Mateo 6:33
Una de las declaraciones más duras del Señor es que resulta casi imposible que un rico entre en el reino de Dios (Lucas 18:24-25). Sin embargo, no es sino una de varias declaraciones que hizo sobre las riquezas y la pobreza., con las cuales dio una perspectiva que repitieron los apóstoles en varias cartas del Nuevo Testamento.
El punto de vista que prevalecía entre los judíos del Nuevo Testamento era que ser rico indicaba el favor especial de Dios y que ser pobre era señal de falta de fe y desprobación de Dios (Proberbios 10:15). Por ejemplo, los fariseos pensaban de esa manera y se burlaban de Jesús por su pobreza (Lucas 16:12-14). Aunque ese concepto equivocado se repite en la historia de la iglesia cristiana, Cristo lo rechaza con firmeza (Lucas 6:20; 16:13; 18:24-25).
La Biblia identifica el afán y la codicia de las riquezas con la idolatría, que es demonicaca (1 Corintios 10:19-20; Colosenses 3:5). Debido al poder demoniaco asociado con las posesiones, a menudo el deseo y la ambición de las riquezas esclavizan (Mateo 6:24)
Según la perspectiva de Cristo, las riquezas son un obstáculo para la salvación y el discipulado (Mateo 19:24; Mateo 13:22). Dan una falsa sensación de seguridad (Lucas 12:15), engañan (Mateo 13:22) y exigen la absoluta lealtad al corazón (Mateo 6:21). Los ricos suelen vivir como si no estuvieran necesidad de Dios. Al buscar las riquezas, ahogan su vida espiritual (Lucas 8:14) y caen en tentación y lazo (1 Timoteo 6:9), por los cuales abandonan la fe salvadora (1 Timoteo 6:10). Con demasiada frequencia los ricos se aprovechan de los pobres (Santiago 2:5-6).
La acomulación egoista de posesiones materiales es una señal de que ya no se considera la vida desde el punto de vista de la eternidad. (Colosenses 3:1). Los avaros y egoistas ya no tienen como meta hallar satisfacción en Dios, sino más bien en sí mismos y en sus posesiones. La tragedia de la esposa de Lot, por ejemplo, fue poner todo su afecto en una ciudad terrenal y no en la celestial (Génesis 19:16,26; Lucas 17:28-33; Hebreo 11:8-10). En otras palabras, la ambición de riquezas trae consigo la semilla de la separación total de Dios (1 Timoteo 6:10).
Las verdaderas riquezas del creyente son la fe y el amor que se expresan en la abnegación y el seguir a Cristo (1 Corintios 13:4-7; Filipenses 2:3-5). Los verdaderos ricos son lo que están libres de las cosas del mundo porque confian en que Dios es su Padre que no los abandonrá (2 Corintios 9:8, Filipenses 4:19; Hebreos 13:5-6).
Con respecto a la actitud correcta hacia las posesiones y el uso que se les debe dar, los justos tienen la obligación de ser fieles. Los creyentes no deben aferrarse a ellas como riqueza o seguridad personal, sino que deben sino que deben poner sus recursos en las manos del Señor para que se usen en su reino, para que avance la causa de Cristo en la tierra, y para que se salven y queden satifesfechas las necesidades de los demás. Así que los creyentes que tienen riquezas y bienes materiales no deben considerarse ricos, sino como administradores de lo que es de Dios. (Lucas 12:31-48). Deben ser generosos, estar listos a compartir y abundar en buenas obras (Efesios 4:28; 1 Timoteo 6:17-19).
Todo creyente debe examinar su corazón y sus deseos: ¿Soy una persona avarisiosa? ¿Soy egoísta? ¿Ansío la Abundancia? ¿Anhelo la honra, el prestigio y el poder que a menudo produce la riqueza?
Propósitos que nos motivan a publicar artículos de esta naturaleza
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Informar para educar y orientar, a fin de que cada interesado tome decisiones inteligentes y espirituales.
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Desenmascarar a “personas” que “no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres”, y que “con suaves palabras y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos”. Animar a fijarse “en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos” (Romanos 16:17-18).
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Llamar a combatir a ministerios e individuos que hacen mercadería del evangelio, a “hombres”, y mujeres, “corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales (1 Timoteo 6:5).
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Desenmascarar a “falsos maestros” que introducen “herejías destructorias”, tales como la del “evangelio de prosperidad”, y amonestar, con amor pero firmeza, a los “muchos” que siguen “sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad” es “blasfemado” en el tiempo presente, cumpliéndose la profecía “por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas” (2 Pedro 2:1-3). Por cierto, “sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme” (2 Pedro 2:3).
¡Sea usted advertido!
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Ninguno de estos tele evangelistas, predicadores de “prosperidad, salud y felicidad”, auto nombrados “Apóstoles”, “Profetas”, “Pastores”, “Reverendos” del movimiento pentecostal-carismático, cumple la Gran Comisión tal cual dada por Jesucristo, pues no predican todas las condiciones para salvación asentadas en ella, prescindiendo del bautismo “para perdón de los pecados” (Hechos 2:38). “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado” (Marcos 16:15-16). ¿Cuándo ha escuchado usted a un tele evangelista, pastor o pastora de estos citar, o repetir, en su “llamado a los pecadores”, las palabras exactas de Cristo en Marcos 16:16? ¿O las instrucciones del apóstol Pedro en Hechos 2:38. “Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados…”
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Aportar a sus “ministerios” es hacerse copartícipe en sus mercaderías religiosas, falsos evangelios y demás pecados.
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“Con palabras fingidas”, y mayormente mediante el falso y pernicioso “evangelio de prosperidad”, hacen “mercadería de vosotros”. “Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme” (2 Pedro 3:1-3).
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Estimado creyente, no sea usted tan ingenuo, ni sea avaro, amando la “prosperidad”, y persiguiéndola como si fuera lo más importante de esta vida, como si fuera la promesa más grande de Dios, como si fuera el mensaje céntrico del evangelio de Cristo. Escudriñe la Bíblia. Quizás logre entender que el “evangelio de prosperidad y salud” es una tremenda distorsión del verdadero “evangelio de nuestra salvación” (Efesios 1:13), cuyo enfoque principal es la salvación del alma, lo cual requiere, por cierto, que no amemos a este mundo. “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre” (1 Juan 2:15-17).
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Hay que tener ojos espirituales para ver cómo estos “tele evangelistas”, se enaltecen, se llenan de vanagloria, se enriquecen a expensas de los que engatusan con sus palabrerías, carisma personal, actuaciones teatrales. Todos estos “ministerios internacionales… de cosecha mundial… de alcance global”, lo que están haciendo mayormente es desprestigiar universalmente al verdadero evangelio y a la iglesia fiel a su Fundador y Única Cabeza. Le rogamos abrir sus ojos, y unir su voz a la de muchos que no estamos hechizados por estos “tele evangelistas” o “pastores carismáticos”, bien que sean grandes, medianos o pequeños.
Y Como dijera Charles Spurgeon conocido tambien como el Princípe de los predicadores:
Quien le sirve a Dios por dinero, es capaz de servirle al diablo por un mejor salario.