Lucas 21:28
Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca.
Señales en el Sol
Lucas 21:25-27
Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas; desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobLrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria.
Análisis Profético
Las señales Apocalípticas en los cielos que Joel profetizó que ocurrirían en el tiempo del fin (Joel 2:30-31 Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo. El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová). No solamente las cita Pedro en (Hechos 2:19-20), sino que también Jesús en (Mateo 24:29 E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas) y Juan en patmos ( Apocalipsis 6:12-14 Y miré cuando él abrió el sexto sello, y he aquí fué hecho un gran terremoto; y el sol se puso negro como un saco de cilicio, y la luna se puso toda como sangre; Y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera echa sus higos cuando es movida de gran viento. Y el cielo se apartó como un libro que es envuelto; y todo monte y las islas fueron movidas de sus lugares).
Las señales cósmicas que forman parte del Día del Señor producen admiración en los creyentes y terror en los incrédulos. Este dia es tanto de salvación como de juicio.
Joel profetizó de una época de grandes conmociones para toda la tierra de Judá. Una enorme plaga de langostas había consumido completamente la vegetación de los campos, por lo que no había pasto para las ovejas y el ganado, ni tampoco había follaje en los árboles. En un breve lapso de tiempo, lo que antes había sido la tierra verde y floreciente se había convertido en desolación y destrucción. En la descripción que hace Joel, la plaga de langostas era la mayor que se había visto hasta entonces. Todas las cosechas se habían perdido, incluso la semilla que se había sembrado para la próxima cosecha. Había hambre y sequía en todo el país. Todos morían gente y animales. Para Joel, esto no significaba más, que el juicio de Dios. Joel compara, por inspiración divina, tan terrible plaga de langostas con el tiempo venidero de la tribulación
y nos dice que esta plaga no es nada, aún con horrible que fue, comparada con el juicio divino que se próxima, para todas las naciones de la tierra. Que cuando esta ocasión llegué a el sonido de las langostas será silenciado, (Jehová) rugirá desde Sion, y dará su voz de Jerusalén, y temblarán los cielos y la tierra…” (Joel 3:16). Grandes y aterradores portentos celestiales tendrán lugar, “el sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre” (Joel 2:31).
La meta y la esperanza final de la fe del Nuevo Testamento es un mundo nuevo, transformado y redimido donde Cristo viva con su pueblo y la justicia habite en santa perfección:
Salmo 102:25-28 Desde el principio tú fundaste la tierra,Y los cielos son obra de tus manos. Ellos perecerán, mas tú permanecerás;Y todos ellos como una vestidura se envejecerán;Como un vestido los mudarás, y serán mudados; Pero tú eres el mismo,Y tus años no se acabarán. Los hijos de tus siervos habitarán seguros,Y su descendencia será establecida delante de ti.
Isaias 65:17 Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento.
Romanos 8:19-22 Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora.
2 Pedro 3:13 Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.
Para borrar toda señal de pecado, habrá una destrucción de la tierra, las estrellas y las galaxias. Serán sacudidos el cielo y la tierra y se desvanecerán como humo; las estrellas se disolverán y se destruirán los elementos. La tierra renovada se convertirá en el lugar de habitación de la humanidad y de Dios.
Hageo 2:6-7 Porque así dice Jehová de los ejércitos: De aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca; y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos.
Isaias 51:6 Alzad a los cielos vuestros ojos, y mirad abajo a la tierra; porque los cielos serán deshechos como humo, y la tierra se envejecerá como ropa de vestir, y de la misma manera perecerán sus moradores; pero mi salvación será para siempre, mi justicia no perecerá.
Isaias 34:4 Y todo el ejército de los cielos se disolverá, y se enrollarán los cielos como un libro; y caerá todo su ejército, como se cae la hoja de la parra, y como se cae la de la higuera.
2 Pedro 3:7-12 pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos. Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, !!cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!